miércoles, 7 de octubre de 2015

CUENTO: TEATRO II

Teatro II
de Alejandro Dolina

El director Enrique Argenti estaba convencido de que la finalidad principal del arte era la sorpresa. Buscando el asombro general, su compañía realizó experiencias muy curiosas.
La primera de ellas fue el Teatro a Oscuras. Algunos historiadores sostienen que esta genial ocurrencia fue absolutamente casual y tuvo su origen en un corte de luz que se produjo mientras se representaba la obra Esquina Peligrosa.
Sea como fuere, la compañía de Argenti empezó a trabajar sin luces. Desde el escenario surgían voces y cada espectador imaginaba caras y acciones según su propia fantasía.
Las ventajas de este método de trabajo son innegables. Siempre es mejor lo imaginado que lo que realmente se ve. Por eso no nos sorprende enterarnos de que, en 1960, la compañía obtuvo un premio a la mejor escenografía en su versión de Macbeth. Un año después el teatro fue multado a causa de un audaz desnudo en Se necesita un hombre con cara de infeliz.
Siempre desde las tinieblas, Argenti dirigió también óperas y espectáculos de danza.
El lago de los cisnes fue calificada por los críticos como "la más fantástica interpretación jamás vista", lo cual era rigurosamente cierto.
Sin embargo, algunos enemigos de Argenti lo acusaron de engañar al público. Con toda malicia, sospechaban que el director se limitaba a poner un disco y que no existían en realidad bailarines ni decorados. Los más severos llegaron a afirmar que Argenti ni siquiera se molestaba en levantar el telón. Nada de esto fue demostrado jamás.
Los recursos de este creador no se agotaban en la oscuridad. En 1965 sorprendió a todos con su obra El intervalo. Intentaremos un breve resumen.
El público se instala en las butacas. Se levanta el telón y durante algo menos de tres minutos se desarrollan unos diálogos insustanciales. Baja el telón y la gente sale al pasillo a fumar.
Allí, inesperadamente, uno de los carameleros estrangula a un acomodador y hace saber a voz en cuello que se trataba del amante de su mujer. Intervienen el boletero y la chica del guardarropas. Entre todos van dando a conocer un drama complicadísimo. En cierto momento, la chicharra anuncia que ha terminado el intervalo. El público pasa a la sala. Allí tiene lugar otro acto de dos minutos y luego se invita a la gente a un segundo intervalo.
En definitiva, la obra transcurre en el pasillo y finaliza con la muerte del caramelero.
Los espectadores no siempre supieron captar esta sutileza, especialmente aquellos que, por no ser fumadores, permanecían en sus butacas durante los sabrosos entreactos.
En un intento por complacer a los sectores populares, Enrique Argenti organizó representaciones en las que se accedía a los pedidos del público. Al comenzar la función, los actores enfrentaban a la concurrencia y escuchaban sus solicitudes.
—¡Romeo y Julieta!
—¡Más allá del invierno!
—¡El rosal de las ruinas!
Luego de un pequeño cambio de opiniones, la compañía se decidía por alguna de las obras y la representaba. Muchas veces, esto ocasionaba el descontento de los espectadores no complacidos, pero jamás hubo problemas demasiado graves.
Los enemigos de Argenti, siempre suspicaces, creyeron notar que siempre se representaba la misma obra (Barranca abajo) y que entre quienes la solicitaban desde la platea no costaba nada reconocer a algunos personajes secundarios de la pieza.
Como tantos artistas que se proponen únicamente el sobresalto, Enrique Argenti fue víctima de su propia perseverancia. La sorpresa constante no sorprende.
 
Alejandro Dolina nació en Baigorrita y se crió en Caseros. Ha publicado cuentos y notas en diferentes revistas. Desde 1985 ha conducido programas de radio y televisión.Ha compuesto numerosas canciones y ha integrado distintos grupos musicales como director y arreglador. En 1988 publicó su primer libro, “Crónicas del Ángel Gris”. Es autor también de las comedias musicales “El barrio del Ángel Gris”, que obtuvo el premio Argentores en 1990; y “Teatro de Medianoche”, que protagonizó él mismo como actor y cantante. En 1998 grabó su opereta “Lo que me costó el amor de Laura”. En esa grabación representaron los papeles de la obra Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, Ernesto Sábato, Les Luthiers, Horacio Ferrer, Sandro, Julia Zenko, Juan Carlos Baglietto y muchos otros artistas, acompañados por la Orquesta Sinfónica Nacional. En 2000 fue llevada al teatro y obtuvo el premio Argentores a la mejor obra del año. En 1999 editó “El libro del fantasma”. Y en 2002, una recopilación de historias musicales escritas para la radio bajo el título de “Radiocine”. Durante el año 2003 realizó el ciclo televisivo “Bar del infierno”, con relatos, tangos y canciones compuestas especialmente para el programa. En el 2010 realizó, para Canal Encuentro y bajo la dirección de Juan José Campanella, una serie de trece capítulos que fue ternada para los premios Martín Fierro. En 2004 se editó el disco “Tangos del Bar del Infierno” y se representó el espectáculo teatral “Bar del Infierno” -a partir de la misma temática- en toda la Argentina, en Montevideo, en Sevilla, en Madrid y en Granada. Este espectáculo formó parte del 6º Festival Internacional del Tango de Buenos Aires, del cual Dolina fue padrino. Su programa de radio “La venganza será terrible” se mantiene desde hace veinte años al frente de las mediciones de audiencia de la medianoche. Alejandro Dolina es Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, distinción que le fue otorgada en 2001. Asimismo, en 2003 fue declarado Visitante Ilustre de la ciudad de Montevideo, Uruguay. Ha obtenido, además, distinciones tales como el premio Martín Fierro –en siete oportunidades-, el premio Coral del Festival cinematográfico de La Habana, el premio Argentores a la trayectoria, el premio Sadaic en 1997 y numerosos galardones por su labor radial, literaria y musical. Es también profesor honorario de la Universidad CAECE. Ha cantado y formado dúos o grupos musicales con Héctor Stamponi, Virgilio Expósito, Osvaldo Tarantino, Sebastián Piana, Lolita Torres, Nelly Omar, Suma Paz, Antonio Agri, la Orquesta del Tango de Buenos Aires, la Orquesta Juan de Dios Filiberto, José Luis Castiñeira de Dios, el cuarteto Zupay, los Huanca Hua, Horacio Molina, entre otros.En el cine, en el teatro, en la televisión y en la radio actuaron junto a él y representaron sus obras figuras como Alfredo Alcón, Julio Bocca, China Zorrilla, Jairo, Tincho Zabala, Lito Cruz, Lorenzo Quinteros, Esther Goris, Diego Maradona, Jorge Luz, Cecilia Milone, Gogó Andreu, José Ángel Trelles, Víctor Heredia, Guillermo Fernández, etc. Fue el más joven de los miembros fundadores de la Academia Nacional del Tango, en 1990. Ha dado charlas y conferencias en infinidad de foros académicos y culturales. Su presentación en la Feria del Libro de Buenos Aires convoca cada año a miles de personas. En 2004 su conferencia fue la de mayor asistencia en toda la historia de la Feria del Libro. En el 2005 publicó “Bar del Infierno” y en marzo de 2012 publicó su cuarto libro y primer novela CARTAS MARCADAS, ambos libros bajo el sello de editorial Planeta. Cartas Marcadas fue elegida por los lectores de la Feria del Libro de la Ciudad de Buenos Aires, la mejor Novela del año.
 

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