Aborígenes: Criaturas de limitado mérito que obstaculizan el suelo de un país recién descubierto. Pronto dejan de estorbar; entonces, fertilizan.
Aburrido: Dícese de la persona, que cuando uno quiere que escuche, habla.
Academia: Antigua escuela donde se podía aprender moral y filosofía. Escuela moderna donde se enseña futbol, danza y otras cuestiones.
Acordeón: Instrumento que se encuentra en armonía con los sentimientos de un asesino.
Aflicción: Procesos de adaptación que prepara al alma para soportar otro mundo más cruel.
Agitador: Estadista que para expulsar gusanos, agita los frutales del vecino.
Ambición: Deseo obsesivo de ser, en vida, calumniado por nuestros enemigos, y ridiculizado por los amigos después de la muerte.
Aplauso: El eco de una necedad. Monedas con el que el populacho homenajea a quien los hace reir y los despedaza.
Anormal: Que no responde a la norma. En cuestiones de Pensamiento y conducta, ser anormal es ser independiente, y ser anormal es ser condenado. Por lo tanto, el autor aconseja parecerse más al Hombre Medio que a uno mismo. Quien lo consiga, obtendrá la paz, la perspectiva de la muerte y la esperanza del infierno.
Armadura: Vestimenta que usa el hombre cuyo sastre es un herrero.
Bailar: Saltar al compás de una música alegre, preferentemente abrazando a la esposa o la hija del vecino. Hay muchas clases de baile, pero todos los que demandan la participación de ambos sexos tienen dos cosas en común; son ciertamente inocentes y gustan mucho a los libertinos.
Belleza: Cualidad femenina que seduce al amante y aterra a un marido.
Cañon: Utensillo empleado en la rectificación de las fronteras.
Circo: Lugar donde se permite a caballos y elefantes contemplar a hombres, mujeres y niños haciendo el papel de tontos.
Influenciado por H. P. Lovecraft, Bierce publicó El Diccionario del Diablo, una obra interesante y actual, en cuyas definiciones impera el humor negro, el sarcasmo y la ironía. La idea de este libro fue dejar plasmada una crítica hacia la sociedad y a los diversos arquetipos y etiquetas políticamente correctas. Este libro publicado en 1906 le valió el mote de El Amargo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario