SUBIENDO EL TONO
de Jorge Gomila
Descripción del Libro: Tapa blanda - Pág. 64
Ediciones Aresanales del Duende - Poesía
Literatura Regional
Literatura Regional
Fecha de Catalogación Julio - 2015
¿Quién no ha intentado alguna vez
escribir líneas referidas a la temática que
nos propone aquí mi estimado amigo Jorge?
De adolescentes, muchos aspiramos
ser poetas, escribimos cartas que nunca enviamos, o diarios, o poemas que luego
incineramos, junto a la ilusión ultimada por el primer desamor.
Pero, con el paso de los años, estos
temas se van convirtiendo en arquetipos difíciles de abarcar, al menos
conservando cierto respeto con la estética y las formas literarias, más o menos
establecidas, sin caer en lo eternamente repetitivo de barcos y veleros. En mi
caso personal, he venido intentando hace tiempo contribuir al acervo literario
de la región con algunas composiciones románticas, pero se me hizo muy cuesta
arriba conseguir este propósito.
Esto no tiene nada que ver con la
vida privada de cada uno; sino con una sensibilidad a flor de piel, para
conectar con ese espíritu inquieto personificado en el amor y sus expresiones
más íntimas.
Es por eso, que al recibir la
novedad de que el nuevo libro de Jorge Gomila, trataba íntegramente del amor y
la sensualidad, no pude evitar escribirle estas palabras preliminares.
Atrapado por ese sentimiento hermoso
e inexplicable que es el amor, Gomila recorre el camino de la poesía mostrando
a corazón abierto la simpleza, la hermosura y también los complicados recovecos
por donde un hombre atraviesa a lo largo de su existencia, en los estados de la
sensualidad y erotismo, que tanta falta hace reivindicar en estos tiempos tan
cambiantes celebrando el AMOR y la SENSUALIDAD.
“Quiero
penetrar tus ojos, arraigarme en tus retinas, mezclarme en tu inspiración, ser
el aire que respiras.
Quiero amarte y que me ames, ser
un lucero en tu vida, y tú, en la oscuridad infame, la estrella que me
ilumina”.
Subiendo
el Tono es una obra que contiene una poética ágil y sin demasiados
ornamentos literarios capaces de distraer al lector de la idea y las palabras justas que el poeta,
con voz firme nos recita en estos cantos al amor y a la mujer, idealizada en
una musa casi impoluta.
“Universo de mi vida, mi
alegría desenfrenada, mi presente, mi sonrisa, mi amante apasionada, no te
alejes niña linda, que sin ti no valgo nada”.
El amor aparece inocente en algunos
poemas, pero en otros, como victimario jugando con amantes que perdieron la última
oportunidad para un reencuentro.
El amor adolescente y el maduro, que
profesa el poeta a la reina de su hogar, su amante, su esposa; a quien dedica
tácitamente muchos de estos versos. En otros, Gomila toma el sentimiento del
joven en cuyas venas late un volcán a punto de estallar, y todo el amor se
confunde con el sexo y sus despliegues de curvaturas y potencia.
“Un castigo merecido, un
horrible sufrimiento, me tienes más que cautivo, preso de un sentimiento.
Una pasión, un infierno, que
me aprisiona el alma,mezcla la risa, el tormento, que
enraizó las entrañas, pero mi amor es de acero, cuando tu cuerpo me llama”.
Este, es un poemario directo, donde
el poeta expone su sensibilidad y despliega sus alas literarias para abrazar
las lides del romanticismo, tantas veces abordado por colegas, pero pocas veces
logrando los objetivos deseados, ya que el Amor, es para los humanos esa
especie de mezcla de lo terrenal con lo espiritual y no todos tenemos la
percepción para contemplarlo, admirarlo y dedicarle poemas. Gomila es de los
pocos que pudo captar esa transmutación. Sin caer en la melosidad, donde muchos
poetas caen inevitablemente, este libro exalta al amor y a la dicha de quien
ama y es amado.
“Nos castiga la distancia, hoy
solo en sueños te encuentro, con lágrimas y nostalgias, esta tragedia no
entiendo, tal vez quede una alegría, para el final de este sueño”.
Eduardo Medina
Escritor
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